Brillante y difusa, así era ella. Parsimoniosa, caminaba bajo todas las lluvias… transformaba a su paso cualquier camino en cielo.
Apenas pude verle la cara. No recuerdo ni de que color eran sus ojos. Pero sé que me vió… y también sé que la amé. Nunca pude decírselo… Ya no sé si existió o la soñé…
Se llevó todo… la cordura, mi realidad y el resto del universo. Se robó hasta la caja donde guarda sus secretos el tiempo…