Leyó “... y si es su voz el final del día, valió la pena el viaje”
Una sonrisa tomó por asalto su cara, para sorpresa de todo el pasaje. Lo supo con inaudita claridad: el camino está próximo. Y ya le ha sido dictado.
Leyó “... y si es su voz el final del día, valió la pena el viaje”
Una sonrisa tomó por asalto su cara, para sorpresa de todo el pasaje. Lo supo con inaudita claridad: el camino está próximo. Y ya le ha sido dictado.
Ni el gris, ni la niebla
Ni el subte que tarda, ni la gente que espera
Ni la llave fallida, ni el libro olvidado
Ni el compromiso ajeno, ni los planes pasados
Hoy la distancia es enorme... y adentro
Elegir el lugar justo, preciso. Esa es su virtud.
Siempre acierta, siempre sabe.
Besa donde duele y duele si no besa.
Cura y limpia con su mirada lejana
El gris es brillo de su mano. Con un soplido pinta Buenos Aires.
Hoy Buenos Aires aguanta las ganas de llorar. Y no puede disimularlo. Se le nota mas que otros días. Puede verse el agua a punto de brotar de sus ojos grises. Yo lo veo... y ella lo ve en mi. Yo también guardo ganas de explotar. Y Buenos Aires lo nota. Y me lo dice en cada esquina. Hoy soy Buenos Aires...
Un bar... Un libro... Un jarrito amigo y su humo. Ahí está mi escape, encontré una ventana por la que salirme del gris.
Y como casi nunca, el plan marcha bien. Aunque el azúcar luche denodada para no abandonar el sobrecito. Aunque “le debo las medialunas, caballero” sea lo segundo que dice el mozo.
Funciona. Y Saer colabora enseñando a pensar en Punto y Banca. Siento que me perdí.... Que ya no hay mas Buenos Aires...
Pero llega la cuenta, cruel pasaje de vuelta. Y afuera la ciudad muerde sus labios en nube para no quebrarse.
De a pedacitos, camino. Nos prometemos aguantar. Ella y yo, a pesar de todo, nos entendemos. Somos lo mismo hoy...
Y si el sueño que sueña es el mío? Y si ese hilo de aire es sabio al atarme?
Corro, ciego, a su encuentro conmigo.
Hoy
Es su viento el que acaricia el alma. Y su silencio el que arropa esta madrugada.
La escalera mecánica los transforma en cascada
Yo los espero abajo, quieto... palpito el impacto
Me rozan, me asaltan, me chocan, me inhalan
Me arrastra la horda montada en abrigo
Inundado en perfumes, hago la promesa
Y la grito con fuerza en fugaz silencio
Soy yo (el que no esta, no fue, ni será)
siendo
Vacío... otra vez... he vuelto
De noche...
flotando en la vigilia...
soy oscura hoja en blanco...
y escribe ella en mi su historia...
De mañana...
vuelto al mundo...
soy ansia de roce...
no hay detalle que no evoque a su pluma...
Inconclusa pieza, acelero relojes...
espero el destello que me lleve a respirar tiempo de su boca...