Rasga su ropa y descubre que el sueño no es sueño (o el mundo nunca fue mundo)...
El es de arena y se escarba.
Cava en su pecho, con ambas manos... frenético... pero es inútil, el pozo no aguanta... se llena sonriente después de cada palada.
Siente al fin que es vano el esfuerzo y cede...
Cae exhausto... y camino del suelo lo entiende: no hay nada dentro mas que arena... no hay mas...