lunes, enero 23, 2006

Caminos

El apenas pasa los 20 años. Estudia y labura como tantos otros. Sabe que las letras no lo van a llenar de lujos, pero prefiere sus libros usados a un Plasma de 42 pulgadas. Tuvo un par de novias, pero no le duraron tanto como el hubiese querido.
No puede evitar enamorarse fugazmente en las disquerias... “Si agarra el disco de Nick Drake le propongo matrimonio” piensa mientras una morocha de rojo revisa cds en la batea mas escondida de Musimundo. Le pasa siempre: nunca eligen Pink Moon...

Ella también estudia. Trabaja con papá mientras trata de recibirse de Administradora de Empresas. Se peleo hace poco con su novio. Ninguno de los dos sabe bien por que, pero ella hubiese querido que durara más. Maneja su propio auto por las agitadas calles de alguna capital Europea. Las vueltas de la vida la llevaron allá aunque sueña con volver. Ni siquiera oyó hablar de Nick Drake, pero conoce todas las baladas que a diario escupe la radio de su coche... “Esta canción sonaba cuando tomamos el primer café” piensa mientras la melancolía se ajusta el cinturón en el asiento del acompañante. Le pasa siempre: nunca apaga el stereo

No se conocen, pero se presienten. Se sueñan con diferentes caras todas las noches. Los dos saben que algún día van a cruzarse. Solo falta que el mundo dé algunas vueltas mas, para detenerse en el mismo instante en que se miren a los ojos.

4 comentarios:

Andrea dijo...

Y cuando se miren a los ojos, sabran que son ellos?
Nunca te paso eso de sentir que te cruzaste con el amor de tu vida muchas veces y que nunca te diste cuenta que era él (o ella)

Yo siempre tengo la sensación de que voy caminando por una calle y él esta en la misma manzana caminando hacia otra dirección, o que yo cruzo una avenida con el auto y él esta detenido en el semaforo esperando que se ponga en verde

En realidad me es más fácil pensar eso, y no que esta en un país vecino. Que nos conocimos una mañana de julio, que nos miramos, que nos hablamos, que nos gustamos, que nos entendimos. Que ese mismo día lo volví a cruzar y nos quedamos petrificados mirandonos y luego reimos. No quiero pensar en sus viajes a Bs As y nuestras salidas, ni tampoco en que él sigue allá y yo sigo acá...

Quisiera eliminar esa sensacion de que fuimos hecho el uno para el otro... porque... como saber si es él? capaz no lo sea... capaz si... cuales son las señales que tenemos que seguir? cuales las que tenemos que dejar escapar? es él? es otro? vendrá?

P.M.E. dijo...

Bueno! Son demasiadas preguntas! Demas esta decir que no tengo todas las respuestas... Solo se que cuando se miren se van a reconocer. No se como ni por que, pero esas cosas pasan.

Lamentablemente no puedo ayudar... Solo me animo a susurrar un pensamiento que a veces se da unas vueltas por mi cabeza: Algunos se encuentran en semaforos o en mañanas de julio. Otros vagan si cruzarse jamas, conformandose con encontrarse en sueños... Es una teoria estupida y sin ningun sustento, pero es todo lo que tengo por ahora.

Abrazos

Andrea dijo...

Yo tengo una teoría aún más estupida: la de que no todas las personas nacieron para estar con otras

Demasiadas preguntas sin respuestas. Mejor seguir mirando hacia adelante y ver con que nos sorprende la vida

Besos

Anónimo dijo...

Buena teoria Lalus

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