lunes, abril 09, 2007

Fallidos

El ató a su cuello un puñado de imágenes y ese amor ilusorio... pesado...forjado en mil madrugadas

Ella ató a su cuello un pasado y esos miedos adolescentes... inmensos... alimentados a pura soledad.

Del mismo puente y en ese único instante, saltaron. Sin verse nunca... Solo dos espaldas...

El amarillo en los árboles completó la puesta... perfecta... para el último y más cruel de sus desencuentros...

4 comentarios:

Miriam dijo...

hummm, duele no, algunas cosas que uno escribe le duelen a los demás como nos duelen a nosotros, aunque sean ficciones, si esa palabra, bueno, si esa palabra existe en realidad.
Me gusta mucho como escribis, pero ya lo has notado supongo
ja
un saludo.m.

P.M.E. dijo...

Cierto es que no hay ficcion... al menos no hay ficciones totales...

A veces menos, a veces mas, pero todas son realidades deformadas... llevadas a extremos... Ensoñadas...

Sus comentarios son mucho muy agradables (y generosos!!)...

Gracias por pasarse...

Anónimo dijo...

Triste y lindo relato. La vida es un eterno desencuentro.

P.M.E. dijo...

Clau: Esa frase me recordo a "Abaddón, el exterminador". Don Sabato, o Bruno Bassan, no podrian estar mas de acuerdo con vos!

Lindo ver que aun anda por aca... Abrazo grande...

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