viernes, agosto 06, 2010

Purify the colors

Hay un tipo, en Nueva York, que rasga una guitarra y canta arriba de mil luces.
Estamos nosotros, 9.000 kilómetros para este lado, atrapados por ese coro imposible.
Explota un violín y, mientras rueda una copa, gritamos a la par el estribillo.

Nos exorcizamos bailando al calor del monitor.
Sus brazos, mis piernas, su pelo y mi boca.
La música sube como hormigas
Nieva en el Garden y ella me abraza

El show pasa lejos, pero acá.

Creo que nunca va a saber cuantas páginas me regaló esta noche.

1 comentario:

venta de bajos dijo...

Me gusta mucho como escribis! Saludos!

Free counter and web stats